Los proyectiles de cañón de escopeta, conocidos en inglés como Slug, son proyectiles que, como su nombre sugiere, se disparan con escopetas. En su versión clásica, se trata de proyectiles de cilindro de plomo con estrías longitudinales, en los que entre la carga propulsora y el proyectil se encuentra un tapón de fieltro que sella la carga propulsora contra el proyectil.
Las variantes más modernas están alojadas en un jaula de propulsión de plástico, que sella el proyectil en el cañón contra la carga propulsora, permitiendo así la plena transferencia de la energía de la carga propulsora al proyectil.
En la caza, los proyectiles de cañón de escopeta se utilizan a distancias de 30 a 50 m, con un círculo de dispersión de aproximadamente 10 cm. Su uso está permitido en Alemania para toda caza mayor.