El lunes 16 de octubre, ocurrió un incidente en Vöhrenbach, en la Selva Negra, que dejó a Anett L. profundamente impactada. Los nuevos arrendatarios de caza suizos dispararon ante sus ojos a dos de sus patos domésticos y dejaron gravemente herido al tercero, a pesar de su conocida familiaridad con los patos.
La casa de Anett L. se encuentra en un lugar idílico junto a un lago. Al cambiar de arrendatarios de caza, ella valoró mantener una buena relación, lo cual ya había funcionado bien con los cazadores anteriores. Los nuevos arrendatarios de Suiza disfrutaron de su hospitalidad y tuvieron acceso a comodidades como agua corriente y un refrigerador.

Durante un brindis conjunto, Anett señaló a sus tres patos de guerra, que utilizaban el lago cercano. Los arrendatarios aseguraron que no harían daño a los patos. Sin embargo, el lunes por la noche, Anett escuchó disparos y descubrió a los cazadores en el lago, disparando a sus patos. Ella corrió hacia abajo, gritó en voz alta, pero los cazadores la ignoraron y continuaron disparando, incluso a un pato salvaje en el agua.
El comportamiento inapropiado de los cazadores, que realizaron disparos peligrosos, provocó incredulidad. La pregunta de por qué los patos, que eran mascotas, tuvieron que morir permanece sin respuesta, ya que definitivamente no estaban sujetos a la ley de caza. También deben aclararse la puesta en peligro de personas y la idoneidad del perro para la caza de patos. Además, dejar a un pato gravemente herido plantea cuestiones de bienestar animal; el pato, que tenía un ala rota entre otras lesiones, tuvo que ser sacrificado.
Anett L. ya ha presentado una denuncia, y la relación que antes era buena con los arrendatarios de caza parece estar irremediablemente destruida. ¡Lee la impactante historia en su totalidad en www.jaegermagazin.de!