Los agricultores deberían apoyar activamente el rescate de los cervatillos.

La ley protege a los vertebrados de la muerte intencionada sin una razón válida. Para la protección de los jóvenes animales salvajes, especialmente los cervatillos, existen diversas medidas de rescate. Algunas regulaciones, como la Ley de Protección de la Naturaleza del estado de Renania del Norte-Westfalia, recomiendan segar grandes áreas de adentro hacia afuera. Las soluciones tecnológicas, como los sensores ópticos en la segadora o drones con cámaras térmicas, pueden ser efectivas. También es útil que los cazadores registren los campos con perros antes de segar o que se implementen medidas de ahuyentamiento.

Una sentencia del Tribunal Regional de Trier de 2005 confirmó la responsabilidad de los agricultores en relación con la protección de los animales. En este caso, un agricultor continuó segando a pesar de la advertencia de un cazador y mató a dos cervatillos. El tribunal decidió que el agricultor debía indemnizar al cazador por el valor de los animales vivos, así como por una tarifa de gastos. El cazador argumentó que no solo le corresponde el valor de la carne de los animales, sino también su valor reproductivo, ya que tenía la intención de mantener a los animales con vida.

Las violaciones de las regulaciones de protección animal pueden llevar a consecuencias penales significativas, incluidas multas y penas de prisión de hasta un año. Por lo tanto, es crucial que los agricultores tomen todas las precauciones necesarias para garantizar la protección de la fauna salvaje durante sus actividades agrícolas.

Incluso pueden surgir consecuencias penales. Ya ha habido condenas de hasta un año de prisión.