La base legal de la defensa propia
El legislador ha regulado la defensa propia penal en el § 32 del StGB, para otorgar a las personas el derecho a defenderse en ciertas situaciones. Según esta ley, no actúa de manera ilegal quien comete un delito que está justificado por la defensa propia. La ley también define el concepto de defensa propia como la defensa que es necesaria para repeler un ataque ilegal actual contra uno mismo o contra otra persona. Esto significa que la defensa propia puede ejercerse no solo para la propia defensa, sino también para ayudar a otra persona que está siendo atacada. Sin embargo, el ataque debe ser inmediato: derribar a un agresor, por ejemplo, después de que haya concluido su ataque ilegal, no es defensa propia!
El alcance de la legítima defensa
La legítima defensa se puede ejercer siempre que una persona o otra persona esté siendo atacada. Esto incluye no solo ataques físicos, sino también situaciones en las que se amenaza la propiedad o el derecho de posesión. Esto significa que la legítima defensa está justificada siempre que uno de los bienes jurídicos protegidos, como el cuerpo, la vida, la propiedad o el honor, esté amenazado.
El derecho a defenderse en situaciones de legítima defensa
En una situación de legítima defensa, una persona tiene el derecho a defenderse contra el ataque. El legislador exige que la persona utilice el medio más leve disponible. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este "medio más leve" también debe ser lo suficientemente eficaz para repeler el ataque de manera segura y definitiva. La persona no está obligada a probar primero medios más suaves para ver si puede detener al agresor con ellos. La elección de los medios de defensa también depende de la situación concreta y de los medios disponibles. La persona no tiene que elegir una defensa que implique un riesgo de lesiones. El derecho a la legítima defensa permite todo lo que sea adecuado para repeler el ataque de manera segura y definitiva, siempre que sea el medio más leve disponible. Huir de los agresores no se considera un medio más leve de defensa. Por lo tanto, una persona no debe sentirse culpable por no haber podido huir. El derecho no debe ceder ante la injusticia.
El uso de armas en situaciones de defensa propia
En caso de un ataque, una persona también puede utilizar armas si este es el medio menos agresivo disponible. Supongamos que una persona es asaltada en su casa por dos delincuentes enmascarados que la amenazan con una pistola. En el cajón de la mesita de noche hay spray de pimienta y un martillo. Aunque el uso del spray de pimienta sería, desde la perspectiva de los atacantes, el medio menos agresivo, dado el contexto del ataque, probablemente no sería lo suficientemente efectivo para detener el ataque de manera segura y definitiva. Por lo tanto, el uso del martillo, que puede causar lesiones graves, podría estar justificado en tal situación para garantizar la propia seguridad.
¿Cuál es la mejor estrategia de defensa personal?
La mejor defensa personal no consiste solo en aprender técnicas de combate, sino más bien en enfoques estratégicos a largo plazo. Se trata de evitar situaciones en las que la violencia pueda amenazar y de concentrarse principalmente en la prevención y la gestión de riesgos. Una defensa personal efectiva comienza con la conciencia de su entorno y de los peligros potenciales que pueden surgir. Implica el desarrollo de la autoconfianza, la seguridad en uno mismo y la capacidad de reconocer peligros a tiempo y reaccionar adecuadamente. Las estrategias a largo plazo incluyen, por ejemplo, mejorar la propia condición física, planificar rutas de escape, construir una red social sólida, conocer el marco legal y utilizar técnicas de comunicación y desescalada. Al actuar de manera proactiva y centrarse en diversos aspectos de la defensa personal, se puede crear a largo plazo la mejor oportunidad para evitar la violencia y protegerse de manera efectiva.
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