No solo los cazadores se enfrentan a este problema. Aunque ya eres propietario de un perro, estás considerando la posibilidad de adquirir un segundo perro. En sí, no es un problema, ¿o quizás sí? La adquisición de un segundo perro conlleva muchas preguntas y consideraciones. En este artículo se te mostrará cómo se pueden integrar dos perros de la manera más sencilla y qué aspectos debes tener en cuenta.
El primer encuentro
Antes de presentar a dos perros por primera vez, se deben considerar algunas reflexiones básicas:
- ¿Cómo se comporta el perro existente en encuentros con otros perros? ¿Le gusta jugar con ellos, reacciona de manera agresiva o simplemente los ignora?
- ¿Se lleva mejor con machos o hembras?
- ¿Acepta perros más grandes o más pequeños como compañeros de juego? ¿O prefiere perros de tamaño similar, mayores o más jóvenes?
- ¿Hay perros específicos con los que no se lleva bien en absoluto? ¿Es una aversión individual o afecta a todos los perros de una raza específica, color de pelaje o con otras similitudes?
También es importante tener claro los propios motivos para adquirir un segundo perro:
- ¿Tengo suficiente tiempo para cuidar adecuadamente de mi primer perro, o se supone que el segundo perro asumirá esta tarea?
- ¿Está bien educado mi primer perro, o se supone que el segundo perro compensará esto?
- ¿Puedo manejar los costos adicionales y el esfuerzo de tener un segundo perro?
Si todo está en orden, el primer perro se lleva bien con otros perros y se ha planificado suficiente tiempo para la educación y el entretenimiento, no hay nada que impida el primer encuentro. Sin embargo, es imprescindible que haya dos personas presentes para que cada uno pueda cuidar de un perro. Además, se debe planificar suficiente tiempo para intentar la introducción con calma y sin estrés. Aquí hay algunos consejos sobre el procedimiento:
- Reúnanse en un lugar neutral que ambos perros no conozcan.
- Hagan antes un breve paseo con cada perro por separado para que estén lo más relajados posible.
- Es mejor soltar a los perros, ya que las correas pueden fomentar la agresión.
- Presta atención a los primeros signos de agresión o miedo en ambos perros.
- Si surgen conflictos, interrumpe el encuentro y espera a que los perros se calmen.
- Cuando los perros estén relajados y comiencen a jugar, déjalos hacer.
- Si todo va bien, pueden salir a pasear juntos.
El comportamiento en casa
Cómo introducir a los perros en el hogar compartido es una pregunta importante que debe aclararse de antemano. Es fundamental asegurarse de que el hogar al que llegan los perros esté listo para recibirlos. Esto significa que se deben retirar todos los objetos que podrían causar disputas, como juguetes, huesos para masticar y comederos. Mientras el primer perro es sacado a pasear por un miembro de la familia, el nuevo perro puede explorar su nuevo hogar y acostumbrarse a él. Al entrar en la casa, es recomendable observar a los perros de cerca, pero no intervenir de inmediato si hay disputas breves. Esto es normal, y el primer perro tiene inicialmente derecho a su hogar.
Después, cada perro debe ser tratado de manera equitativa y educado de manera consistente. Es importante que cada perro tenga su propio lugar para dormir y comer, y que la comida se les dé en habitaciones separadas. Hasta que se acostumbren por completo, los perros no deben ser dejados solos, y si deben estar solos, deben estar en habitaciones separadas. Puede llevar algunas semanas hasta que los perros se acostumbren entre sí y se forme una jerarquía. Una vez que esto ocurra, se debe fomentar esta jerarquía. Sería incorrecto socavar la nueva jerarquía.
La relación entre el ser humano y el perro
Una relación armoniosa entre el ser humano y el perro es lo más importante para cualquier dueño de un perro. Se trata de que el ser humano y el perro se comuniquen, se entiendan y puedan confiar el uno en el otro. Aquí hay algunos consejos sobre cómo puedes construir una relación armoniosa entre el ser humano y el perro: es importante entender las necesidades del perro para establecer una relación armoniosa. Los perros son animales sociales y necesitan ejercicio regular, ocupación y atención. Asegúrate de dedicarle a tu perro suficiente tiempo y atención para que no se sienta descuidado.
Una comunicación abierta entre el ser humano y el perro es imprescindible para construir una relación armoniosa. Aprende a leer y entender el lenguaje corporal de tu perro para interpretar mejor sus necesidades y emociones. Al mismo tiempo, también debes ofrecerle a tu perro una comunicación clara, estableciendo reglas y límites claros y consistentes. Una buena educación es esencial para construir una relación armoniosa entre el ser humano y el perro. Entrena a tu perro de manera positiva y coherente. Utiliza recompensas para reforzar el buen comportamiento y no castigues el comportamiento no deseado físicamente, sino que opta más bien por un castigo negativo como ignorar al perro.
Los perros no solo necesitan estimulación física, sino también mental. Dedica suficiente tiempo a tu perro para que explore su entorno y use su nariz. Ofrécele paseos regulares, pero también desafíos mentales como aprender nuevos trucos o esconder comida. Los perros tienen una personalidad propia y es importante que esta sea respetada. No intentes forzar a tu perro a hacer algo que no quiere o no puede. En su lugar, aprende a entender sus necesidades y preferencias y a responder a ellas.
Una relación amorosa entre el ser humano y el perro es un componente esencial de una relación armoniosa. Dedica a tu perro amor y afecto regularmente, acariciándolo, prestándole atención y elogiándolo. Construye una relación positiva con tu perro considerándolo como parte de tu familia. En general, una relación armoniosa entre el ser humano y el perro requiere tiempo, paciencia y coherencia. Sin embargo, si sigues estos consejos, puedes estar seguro de que construirás una relación cercana y positiva con tu perro.
El comportamiento adecuado
Si tienes perros y planeas adquirir otro perro, también deberías saber cómo reaccionar correctamente ante el comportamiento de tus cuatro patas. Una reacción incorrecta puede rápidamente llevar a un trastorno de comportamiento o a una mala relación entre tú y tu perro. Por eso, es importante que conozcas la reacción adecuada ante el comportamiento de tu perro. Una de las reglas más importantes es que siempre debes mantener la calma y la paciencia. Si tu perro hace algo mal, nunca debes gritarle o golpearlo. En su lugar, deberías mostrarle con una voz tranquila qué ha hecho mal y cómo puede hacerlo mejor. El refuerzo positivo es un factor importante en esto. Si tu perro hace algo bien, deberías elogiarlo y recompensarlo. De esta manera, querrá repetir el comportamiento y aprenderá lo que esperas de él.
También es importante que no confundas a tu perro con emociones humanas. Los perros no pueden entender por qué estás enojado o gritando. Si le enseñas a tu perro lo que debe hacer sin confundirlo, aprenderá más rápido y se sentirá más cómodo. Otra regla importante es que debes prestar atención al lenguaje corporal de tu perro. Los perros se comunican principalmente a través del lenguaje corporal y deberías ser capaz de reconocer si tu perro está estresado, ansioso o agresivo. Si reconoces estas señales, deberías reaccionar y calmar a tu perro o ayudarlo a manejar la situación. El comportamiento de tu perro también debe ser considerado siempre en relación con su raza y su personalidad individual. Algunas razas son naturalmente más dominantes o independientes que otras y pueden requerir un tipo diferente de educación o entrenamiento. Si conoces bien a tu perro, podrás entrenarlo mejor y entender lo que necesita para ser feliz y saludable.